
Aunque Caro Quintero sólo fue condenado en México por el asesinato del agente de la agencia antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) Enrique “Kiki” Camarena y el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar en 1985, su banda supuestamente asesinó hasta a seis ciudadanos estadounidenses en la ciudad mexicana de Guadalajara en la misma época.
Uno de ellos era John Clay Walker, un escritor que entonces tenía 36 años y se había mudado a Guadalajara para terminar un libro.
“Nos alegramos mucho de oír que (Caro Quintero) había sido capturado, y también reabrió un gran trauma para nosotras”, dijo Lannie Walker. “Mi hermana y yo hemos perdido casi 40 años sin nuestro padre, no hay nada que pueda compensar eso”.
El escritor estadounidense y su amigo Alberto Radelat, estudiante de dentista de Fort Worth, Texas, habían entrado en un exclusivo restaurante de marisco en Guadalajara para celebrar el regreso previsto de Walker a Estados Unidos.
No esperaban que Caro Quintero y sus colaboradores estuvieran celebrando una fiesta privada en una habitación en la parte trasera del restaurante.
“Nuestro padre era un ciudadano estadounidense sin implicación en la guerra de la droga entre México y Estados Unidos, era un transeúnte inocente que sin saberlo se vio atrapado en el fuego de un peligroso cártel de la droga”, dijo Lannie Walker. “Comenzaron a interrogar a mi padre y a Al, preguntándoles qué sabían de los agentes antidroga en México, qué sabían de la investigación. Mi padre no sabía nada, era un escritor inocente. Le torturaron con un picahielos durante una hora”.

Fernández cuestionó al Poder Judicial y volvió a sostener la necesidad de llevar a cabo su “reforma profunda y democrática” en una serie de tuits en los que apuntaló las críticas de la exmandataria (2007-2015), suavizando así la ríspida relación que mantuvo con ella en los últimos tiempos por la gestión del gobierno.
Sobre las críticas que hizo Fernández de Kirchner la víspera, el mandatario señaló que ponen “en crisis la objetividad del sistema de justicia y la idoneidad moral de los miembros” de la Corte Suprema. También consideró que durante el gobierno de su antecesor Mauricio Macri (2015-2019) la justicia federal ideó “patéticos instrumentos” para perseguir a los entonces kirchneristas opositores, mientras el máximo tribunal adoptaba “una posición pasiva”.
La vicepresidenta había dicho que la Corte Suprema y sus cuatro integrantes intervienen en las decisiones que toman otras instancias judiciales y dan luz verde a la persecución de la que se considera víctima desde la presidencia de Macri, hoy uno de los referentes de la oposición.
La exmandataria pronosticó además un fallo en su contra en el juicio que afronta actualmente por presuntas maniobras irregulares cometidas durante su gobierno en la concesión de obras públicas a un empresario allegado.

El dólar alcanzó un precio promedio de 940,59 pesos, un retroceso frente a los 1.045 pesos del viernes, acumulando una caída de 105 pesos en dos jornadas.
En la caída del dólar influyó el alza en el valor del cobre, la mayor exportación chilena, que subió el lunes en torno al 4,5% —el mayor incremento diario desde octubre de 2021— a lo que se agrega una debilidad internacional de la divisa, factores que empujaron la apreciación del peso chileno.
“Cuando baja el precio del cobre... en el mercado cambiario disminuye la oferta de dólares, y si disminuye la oferta, (el peso) se deprecia... porque entregamos más pesos por dólar”, explicó a The Associated Press el economista de la Universidad de Santiago, Víctor Salas. “Por el contrario, al subir el cobre, llegan más dólares, lo que hace bajar su precio en el mercado cambiario”.
Ricardo Bustamante, jefe de estudios de inversiones Capitaria, señaló que “la mayor oferta de la divisa norteamericana en nuestro país apoya el debilitamiento de su cotización”.
Además, el lunes partió la implementación de un programa de intervención cambiaria y provisión preventiva de liquidez de la moneda estadounidense del Banco Central por hasta 25.000 millones de dólares, que busca ajustar la economía chilena a “las inciertas y cambiantes” condiciones internas y externas, según ese ente emisor.
Entre los factores internos figura la incertidumbre frente al plebiscito del 4 de septiembre, cuando los chilenos decidirán si aceptan un proyecto de Constitución elaborado por una mayoría de convencionales de izquierda, que busca reemplazar a la Ley Fundamental legada por la dictadura militar (1973-1990), que seguirá vigente si gana la opción “Rechazo” al texto propuesto.
“Esa incertidumbre significa una cuestión muy fuerte en la conducta de los agentes económicos. Significa que la gente siente que hay riesgo, que hay incertidumbre y se asusta, entonces vende sus activos y se refugia en dólares... entonces aumenta la demanda y eso vuelve a depreciar nuestra moneda”, señaló Salas.

La destrucción ocurrió en bosques federales y estatales “sin asignar”, lo que supone que no tienen un uso designado como los parques nacionales y los territorios indígenas. Según datos oficiales, la Amazonía brasileña tiene unas 580.000 kilómetros cuadrados (224.000 millas cuadradas) de bosques en esa categoría, una superficie casi del tamaño de Ucrania.
Como Brasil ha legalizado de forma reiterada esas invasiones, estos bosques públicos se han convertido en el principal objetivo de delincuentes que ocupan terreno de forma ilegal.
El estudio del Instituto Igarapé, un centro de estudios brasileño, analizó 302 redadas sobre crímenes ambientales realizadas por la Policía Federal en la Amazonía entre 2016 y 2021. Apenas el 2% iban dirigidas contra personas que habían ocupado terrenos públicos de forma ilegal.
El reporte dijo que la falta de vigilancia probablemente deriva de la tenue protección legal de esas zonas. En otras palabras, el mismo problema que atrae la actividad ilegal. Los ambientalistas presionan desde hace mucho al gobierno federal para que convierta esos bosques públicos sin asignar en espacios protegidos.

Las fuerzas rusas lanzaron siete misiles de crucero Kalibr en la región de Odesa. El Ministerio ruso de Defensa dijo que los ataques sobre el poblado de Bilenke tenían un objetivo militar legítimo y “destruyeron depósitos de munición para armas proporcionadas por Estados Unidos y países europeos”.
Un funcionario local negó las afirmaciones de Moscú y dijo que seis personas habían resultado heridas.
“Estos ataques contra personas pacíficas tienen un objetivo, intimidar a la población y a las autoridades y mantenerlas en tensión constante”, dijo Serhiy Bratchuk, vocero del gobierno regional de Odesa, a la televisora ucraniana.
En las últimas semanas, el ejército ruso ha atacado Odesa y partes del sur de Ucrania donde sus tropas capturaron ciudades al inicio de la guerra, en un indicio de que Ucrania planeaba contraataques para recuperar zonas ocupadas por Rusia.
Entre tanto, las fuerzas ucranianas desplegadas en el este de Ucrania luchaban por conservar el menguante territorio bajo su control.